“Dear brother,”
“Pensar bien de las personas es fundamental, es importante interpretar sus errores de forma positiva.”
“Esta vida está llena de riesgos. Al igual que cualquier trabajo, el comercio también tiene sus propios riesgos. La persona que se presenta como cliente, al elegir los productos que comprará e incluso al comprar solo una parte para despistar, puede estar planeando un robo. Si lo hace con astucia, puede pasar desapercibido. Pero no podemos sospechar de cada cliente de esta manera. Después de todo, en nuestra tienda no solo entran y salen ladrones, la mayoría de las veces son clientes. No hay ninguna profesión que pueda saber lo que pasa por la mente del interlocutor. Sería injusto hacer suposiciones negativas sobre cada cliente.”
“Es importante mantener una buena actitud, Yani. La sospecha y la desconfianza no implican acusaciones ni acusaciones injustas, ni generan dudas o dan oportunidad a alguien con malas intenciones.”
“En nuestras relaciones con clientes y vendedores, comerciantes y distribuidores, y en todas nuestras transacciones comerciales, debemos tener una buena opinión y asumir que aquellos que hacen negocios con nosotros no tienen ninguna mala intención. Sin embargo, esta suposición no significa que no tomemos las medidas necesarias con respecto a ellos; simplemente debemos tenerla en cuenta.”
“No permitamos que él o ella se encargue de la tienda o la caja, ni que se quede solo en los mostradores de venta. No dejemos objetos de valor a la vista. Si notamos comportamientos que den la impresión de que no hay clientes, amablemente hagámosle saber y mostremos la puerta de la tienda. Si alguien que no conocemos nos pide dejar los productos envueltos, no lo permitamos, pidámosle amablemente que traiga el dinero primero. Estas y otras medidas no son por desconfianza. Siempre con cortesía, podemos tomar medidas para cada cliente. Incluso podemos tomar medidas y hacer comentarios sobre el comportamiento de los clientes que levanten sospechas. Estas son medidas preventivas.”
“Si algo se extravía en nuestra tienda o en algún lugar público, hay dos posibilidades a considerar: o lo hemos movido a otro lugar y lo hemos olvidado, o alguien más lo ha tomado. Si alguien más lo ha tomado, debemos considerar la posibilidad de que lo hayan tomado con la intención de usarlo y devolverlo, confiando en nuestra amistad. Por lo tanto, al principio, debemos buscar una solución sin culpar a nadie y también asumir parte de la responsabilidad en nosotros mismos.”
“Saludos y oraciones…””Preguntas sobre el Islam.”