“Dear brother,”
“Keşke” es una palabra de deseo. Ha sido transmitida desde el Profeta Adán (a.s.) hasta nosotros, de boca en boca y de corazón a corazón, y continuará hasta el Día del Juicio e incluso en la otra vida. Es una palabra que está grabada en nuestra naturaleza y que sólo los habitantes del Paraíso pueden sacar de su corazón en la puerta del Paraíso. Parece que no hay nadie que no diga “keşke”. Algunos lo dicen con frecuencia después de arrepentirse. Otros lo pronuncian al recordar cosas que desean pero que aún no se han hecho realidad. Otros lo dicen al expresar su frustración por no encontrar lo que esperaban, o por no aprovechar su tiempo y vida al máximo. Muchos no se satisfacen con lo que tienen y sueñan con mejores oportunidades, más riquezas y lujos. Y en general, la humanidad recuerda lo que ha perdido y murmura sus penas con “keşke”.
“La mayoría de estas expresiones, desde el punto de vista del Islam, son palabras que critican el destino y no son agradables. Porque en lugar de mirar hacia el futuro y tomar responsabilidad e iniciativa, es más apropiado evaluar el pasado desde la perspectiva del destino. Si no ilumina nuestro camino hacia el futuro, no nos conduce hacia el bien y la rectitud; quejarse del pasado, criticar el destino y entrometerse en los actos divinos es una transgresión. Por esta razón, nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo en un hadiz: “En verdad, todas las acciones humanas están determinadas por Dios.”
“Junto con los lamentos que surgen de no cumplir con la voluntad, la falta de confianza en el destino y el decreto divino, también hay un aspecto de humildad que atrae la complacencia de Dios. Esta humildad se basa en la autoevaluación y la vigilancia, lo que resulta en la minimización y subestimación de las buenas acciones realizadas. Esta humildad lleva al ser humano a obtener ganancias en todas las áreas. Este tipo de arrepentimiento y su expresión están llenos de bendiciones, ya que incluyen el reconocimiento de los pecados y errores cometidos, el esfuerzo por compensar lo que se ha perdido al reflexionar sobre la vida y la determinación de no caer en los mismos errores en el futuro.”
“En verdad, Allah dice en el Mensajero (que la paz sea con él):”
“Las palabras de nuestro Señor son una manifestación del deseo. No son una crítica al destino, ni una transgresión de los límites, ni una interferencia en la voluntad divina, sino más bien una afirmación de la belleza de estar en el camino de Dios y beber el néctar del martirio en Su sendero. Es posible ver esta expresión de deseo en las declaraciones de los verdaderos seguidores de Dios que toman al Profeta como su guía en la búsqueda de la victoria.”
“Al referirse a la Virgen María y expresar su tristeza por aquellos que hablan de un nacimiento de Jesús sin padre, es un signo de la profunda devoción y modestia de una mujer del paraíso. Ibn Kesîr dice lo siguiente:”
“Saludos y oraciones…””Preguntas sobre el Islam”